Plantas Maestras

Las plantas, hongos y preparados vegetales utilizados en las ceremonias tribales, formaron parte de la experiencia humana por milenios. Son ingeridos con un propósito ritual, a fin de
alcanzar un estado ampliado de la conciencia que posibilita
la comunicación con el mundo espiritual.

Richard Evans Shultes, prestigioso etnobotánico, vivió catorce años estudiando el uso que le dan a las plantas distintas tribus de la América tropical. Junto a Albert Hofmann escribió en la introducción de su libro Plants of the gods: Origins of hallucinogenic use (Plantas de los dioses: Orígenes del uso de los alucinógenos) - Fondo de Cultura Económica:

               Planta de Ayahuasca

Hay algunas plantas que tienen efectos inexplicables y transportan la mente humana a regiones de maravillas etéreas [...] Ellas fueron la residencia de divinidades y otras fuerzas espirituales. Algunas fueron consideradas dioses.”

Alucinógenos como el cacto de peyote, utilizado por los indios mexicanos y que en la cultura huichola forma una trinidad con el venado y el maíz, o la bebida de ayahuasca que para los jíbaros hace posible la comunicación con los antepasados, son dos de los más difundidos por los estudios científicos de mediados y fines del siglo XX.


“La mayor diferencia entre el uso de los alucinógenos en nuestra cultura y su uso en las sociedades preindustriales es, precisamente, lo que se piensa acerca de su origen y su propósito: todas las sociedades aborígenes han considerado, y lo siguen haciendo, que estas plantas son regalos de los dioses, cuando no los dioses mismos. Es obvio que en nuestra cultura no se tiene esta concepción”, explican Schultes y Hofmann.

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